El catolicismo se mantuvo como justificación de la unión entre la Iglesia católica española con el nuevo Estado. La Iglesia apoyó el golpe militar del 36 al cual se le dio la categoría de cruzada para de este modo justificar el alzamiento contra el orden democrático establecido de la Segunda República. La Iglesia no se resignaba a ser desplazada de las instituciones de poder ni pretendía modernizarse, además se sentía perseguida por el ideario republicano.
📌 Proyectos interdisciplinares (C) 7.3. Las relaciones entre la glesia y el régimen franquista